¡BASTA DEL INFORTUNIO PARAGUAYO, KARAJO!
Por José Yorg, el cooperario
Sobre la ira de los mansos dijo José Saramago: “Yo hablo de un
momento en que esa ira se manifiesta o se pudiera manifestar; quiero decir que
han sido mansos durante generaciones y generaciones, y ahora se acabó”.
El caso paraguayo
es específico como movimiento social: luchan contra los resabios o peor aún, el
neostronismo. Ese proceso tiránico que ensombreció a la Patria soñada, al
terruño añorado por miles y miles de exiliados, esparcidos por todo el mundo.
Hoy, a ojos vistas
sobre los acontecimientos de protestas y manifestaciones de los sectores
estudiantiles,campesinos, trabajadores, pueblo honrado,cansado de tanta
injusticia, derivados de la corruptela política, parece decir: ¡BASTA DEL
INFORTUNIO PARAGUAYO, KARAJO!
Esta frase,
como se sabe, se atribuye a Augusto Roa Bastos (1917-2005), quien dijo en
un tono exagerado de fatalismo: “El infortunio se
enamoró del Paraguay”.
Ese infortunio paraguayo tiene nombre y apellido: “Corruptela política”.
Su remedio institucional se llama “Intervención”.
Hablamos de un proceso en pleno desarrollo como ejemplo de cuanto hemos
expuesto: La municipalidad de Ciudad del Este, ciudad fronteriza con
Brasil,otrora llamada Ciudad Stroessner, manejada con mano de hierro por el
denominado Clan Zacarías Irún, y sobre
quienes pesan serias denuncias de
corrupción y supuestas malversaciones del Impuesto Inmobiliario,según señalan
medios periodísticos.
El pueblo se encuentra alerta y movilizado y hoy, al decir de una
concejala del partido colorado a favor de la intervención del Municipalidad, que
contó con siete
votos a favor, cuatro en contra y un ausente, expresó con sentidas palabras: “Hemos sufrido la más feroz de las presiones”.
Cabe,sin
embargo, marcar que el pedido de intervención de la Comuna esteña, aprobada por
la Junta Municipal, debe ser remitida al Ministerio del Interior y, si se cumplen
los requisitos, a la Cámara de Diputados, según lo afirmaron fuentes oficiosas,
tal tramitación no está exenta de peligrosas conspiraciones.
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